En el mundo de la logística, que es tan complejo y siempre está cambiando, medir el rendimiento es absolutamente esencial. En este contexto, los KPIs logísticos nos indican cómo está funcionando realmente tu cadena de suministro, y nos proporcionan las herramientas necesarias para hacer ajustes que pueden transformar completamente la eficiencia y la rentabilidad de nuestras operaciones. Pero, con tantos indicadores disponibles, ¿cuáles son verdaderamente esenciales?
En este artículo, te guiaremos a través de los seis KPIs logísticos más importantes que todo aquel que trabaje en la cadena de suministro debería conocer y utilizar. Conocer y monitorear estos indicadores te permitirá tomar decisiones más informadas y estratégicas, potenciando así tu cadena de suministro hacia nuevos niveles de éxito.
¿Cuáles son los KPIs logísticos más importantes?
A continuación, veremos cada uno de los seis KPIs logísticos esenciales que pueden ayudarte a identificar oportunidades de mejora, optimizar procesos y, en última instancia, garantizar una ventaja competitiva sostenible en el mercado.
Desde la precisión del inventario hasta el tiempo de ciclo de entrega, cada uno de estos KPIs ha sido seleccionado por su capacidad para proporcionar una visión clara y accionable del rendimiento logístico.
1) Nivel de Servicio
El Nivel de Servicio es uno de los KPIs fundamentales porque no sólo refleja la eficacia con la que tu operación logística cumple con las demandas del cliente, sino que también ofrece una visión clara de cómo tu empresa satisface los pedidos completos en tiempo y forma.
Para entenderlo mejor, consideremos cómo se calcula este KPI. La fórmula para el Nivel de Servicio se expresa en porcentaje y mide la proporción de pedidos que se completan satisfactoriamente en relación con el total de pedidos realizados. Aquí te mostramos cómo calcularlo de manera sencilla:
Fórmula del Nivel de Servicio:
Nivel de servicio (%) = [(Nº de artículos vendidos y servidos) / (Nº de artículos vendidos y servidos + Nº de artículos vendidos, pero no servidos)] x 100
Por ejemplo, si tu empresa vendió y entregó 90 artículos de un total de 100 pedidos (donde 10 pedidos no pudieron ser servidos por cualquier razón), el Nivel de Servicio sería:
Nivel de servicio (%) = [(90) / (90 + 10)] x 100 = 90%
Este porcentaje te indica cuán eficientemente estás manejando las expectativas de tus clientes y cumpliendo con tus promesas de entrega. Un nivel de servicio alto es crucial para mantener la satisfacción del cliente y puede diferenciar significativamente a tu empresa en un mercado competitivo.
Monitorear y mejorar constantemente el Nivel de Servicio no solo impulsa la lealtad del cliente sino que también mejora la reputación general de tu empresa. Incluso pequeñas mejoras en este KPI pueden tener impactos significativos en la percepción del cliente y, por ende, en el éxito de tu negocio.
2) On Time Delivery
Este indicador mide el porcentaje de pedidos que fueron entregados dentro del plazo acordado con el cliente, es decir que mide la puntualidad de la entrega. En otras palabras, tiene en cuenta si los pedidos han llegado a tiempo. Mantener un alto porcentaje en este KPI es vital para construir y sostener la confianza de tus clientes.
Calculando On Time Delivery:
La fórmula para determinar el On Time Delivery es relativamente sencilla y se presenta en forma de porcentaje. Esta métrica evalúa la proporción de pedidos entregados dentro del plazo acordado respecto al total de pedidos realizados en un período específico. Aquí te explicamos cómo calcularlo:
On Time Delivery (%) = (Nº Pedidos entregados a tiempo/ Nº Pedidos Totales) x 100
Por ejemplo, si una empresa realiza 100 pedidos en un mes y 95 de estos son entregados exactamente en la fecha acordada, entonces el On Time Delivery sería:
On Time Delivery (%) = (95/100) x 100 = 95%
Este resultado indica que tu capacidad para cumplir con los plazos de entrega es excepcionalmente alta, un factor que sin duda influye positivamente en la percepción y la lealtad del cliente.
Es clave entender que cualquier desviación de este KPI puede señalar problemas en la cadena de suministro que necesitan ser tomados en cuenta, como podrían ser problemas en el transporte, problemas de gestión de inventario o incluso fallas en la comunicación con los clientes sobre sus expectativas de entrega.
En pocas palabras, monitorear este KPI te permite realizar ajustes operativos que garantizan que tus promesas de entrega se cumplan consistentemente, lo que a su vez refuerza la reputación y la competitividad de tu negocio en el mercado.
3) Rotación de Stock
También conocida como rotación de inventario, esta métrica nos habla de cuán efectivamente está siendo manejado el inventario, reflejando la cantidad de veces que el stock se ha vendido y repuesto en un período determinado. Es un equilibrio entre tener demasiado y no tener suficiente, entre el capital inmovilizado y la capacidad de responder rápidamente a la demanda del cliente.
Para calcular la rotación de inventario, podemos seguir una fórmula sencilla:
Rotación de inventario = Ventas / Coste de inventario
Esta fórmula se puede adaptar según la preferencia del departamento financiero o los profesionales de la cadena de suministro, esta segunda es la que nos interesa en particular en este artículo. Por ejemplo, algunos prefieren usar el Costo de los Bienes Vendidos (COGS) en lugar de las Ventas para obtener una visión más precisa desde el punto de vista del costo del inventario. Aquí tienes las dos variantes de esta fórmula:
Rotación de inventario (según finanzas) = Ventas / Coste de inventario
Ventas = Unidades vendidas x Precio de venta por unidad
Coste de inventario = Unidades en stock x Coste por unidad
Rotación de inventario (según logística) = COGS / Coste de inventario
COGS = Unidades vendidas x Coste por unidad
Entender y optimizar tu rotación de stock te permite liberar capital y reducir costes de almacenamiento. Una rotación de inventario demasiado baja puede indicar inventario obsoleto o exceso de stock, mientras que una rotación demasiado alta podría señalar una falta de producto que puede resultar en pérdida de ventas.
Encontrar ese número ideal y mantenerlo es crucial para una cadena de suministro ágil y eficiente.
4) Lead Time
El lead time es un término que cualquier persona involucrada en logística conoce muy bien, y por una buena razón. Este KPI mide el tiempo que transcurre desde que se expide un pedido hasta que este llega a manos del cliente, un proceso que implica varios pasos y diferentes actores de la cadena de suministro.
Controlar este indicador puede decirte mucho sobre la rapidez y eficiencia de tus operaciones logísticas.
Imagina que un cliente hace clic en «comprar» en tu sitio web y el reloj empieza a correr. El lead time incluye todo: desde la preparación y el embalaje del pedido en el almacén hasta el viaje que realiza para llegar a su destino final. Cuanto menor sea este período, más rápido está recibiendo el cliente su pedido, lo cual es clave para la satisfacción y la retención de clientes en un mercado donde las expectativas de entrega rápida crecen día a día.
Para ponerlo en fórmula, el lead time se puede expresar simplemente como:
Lead Time = Fecha de entrega – Fecha de expedición
Este cálculo te proporcionará el número de días que tarda un pedido en ser entregado. Pero más allá de la simple aritmética, entender y mejorar el lead time implica evaluar y optimizar cada eslabón de la cadena: ¿Cómo está funcionando el almacén? ¿Son eficientes los procesos de picking y packing? ¿Y los transportistas están haciendo su parte para asegurar entregas puntuales?
Monitorear este KPI te permite identificar cuellos de botella y buscar soluciones proactivas, ya sea mejorando la coordinación con los proveedores o eligiendo métodos de envío más rápidos.
Además, al tener datos precisos sobre el lead time, puedes gestionar mejor las expectativas de tus clientes, estableciendo plazos de entrega realistas y mejorando la experiencia general del cliente.
5) Retorno de stock
El retorno de stock, mide el número de productos devueltos en relación con el total de pedidos realizados, y su porcentaje nos ofrece una visión directa de cuán bien estamos cumpliendo con las expectativas de los clientes.
La fórmula para calcular el Retorno es sencilla pero reveladora:
Retorno = (Nº de retornos / Nº pedidos) x 100
Supongamos que en un mes has tenido 5 productos devueltos de un total de 100 pedidos. Usando la fórmula, el Retorno sería:
Retorno = (5 / 100) x 100 = 5%
Aunque un 5% puede parecer bajo, es importante investigar las causas detrás de cada retorno. ¿Fue un problema de calidad del producto, una entrega errónea, o quizás una expectativa no cumplida? Comprender las razones detrás de las devoluciones puede desencadenar mejoras significativas en tus procesos y en la selección de productos.
Monitorizar y trabajar para reducir la tasa de retorno es clave, porque no solo afecta a la eficiencia y los costes operativos, sino que también es un claro indicador del nivel de satisfacción del cliente. Un bajo porcentaje de retorno sugiere que los clientes están contentos con sus compras y, por lo tanto, es probable que repitan y recomienden tu empresa.
6) Coste de transporte
El coste de transporte es, sin lugar a dudas, uno de los KPIs logísticos más importantes en cualquier cadena de suministro. No se trata solo de un camión o barco en movimiento, abarca todo desde el renting del transporte, el gasto de combustible, el salario del conductor, hasta el desgaste y mantenimiento del equipo.
Este KPI tiene una influencia directa en el coste final del pedido y, por tanto, en la rentabilidad general de las operaciones.
Comprender y gestionar eficazmente el coste de transporte implica mirar más allá de los números inmediatos. Porque hay que tener en cuenta muchos factores como: las tarifas de envío que a menudo están atadas a la volatilidad de los precios del combustible, los impuestos y tasas que varían según las rutas y las regulaciones, y no podemos olvidarnos de los impuestos ambientales que reflejan el creciente enfoque en la sostenibilidad.
Cada uno de estos elementos puede hacer fluctuar el coste de transporte significativamente, lo que requiere una monitorización constante y un análisis minucioso para identificar oportunidades de reducción de costes. Por ejemplo, una subida en el precio del combustible puede incitarte a buscar rutas más eficientes o invertir en vehículos más eficientes energéticamente para mantener los costes bajo control.
Pero no se trata simplemente de recortar gastos. La gestión inteligente del coste de transporte también considera la calidad del servicio y la puntualidad, asegurando que se cumplan los estándares de entrega sin comprometer la satisfacción del cliente. Es encontrar ese punto dulce donde los costes se minimizan y el servicio se maximiza.
Conclusión sobre los principales KPIs logísticos
Esperamos que este artículo en donde exploramos los distintos tipos de KPIs logísticos te haya servido de guía para identificar los indicadores claves que impulsarán la eficiencia y el rendimiento de tu cadena de suministro.
Para continuar profundizando en este tema y descubrir más herramientas que pueden transformar tu enfoque, te invitamos a leer nuestro artículo detallado sobre los KPIs esenciales para el departamento de compras.