Demanda estacional: Estrategias para mantenerse un paso adelante

Demanda estacional

Seguramente has notado que algunos productos vuelan de los estantes en momentos específicos del año, mientras que en otros períodos apenas si se mueven. La demanda estacional es gran parte del motivo de que esto ocurra, y proyectarla incorrectamente puede costarle muy caro a cualquier negocio. 

En este artículo, vamos a desentrañar el misterio detrás de la demanda estacional, empezando por qué es exactamente la demanda. Después, produndizaremos un poco más con un ejemplo, y terminaremos con la cereza del postre, la respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la mejor manera de proyectar la demanda estacional?

¿Qué es la demanda estacional? 

La demanda estacional es la variación en la demanda de productos o servicios que ocurre en diferentes épocas del año.

Esta fluctuación puede estar motivada por diversos factores, uno de los más evidentes es el cambio en el clima y las estaciones del año. Con la llegada del verano, por ejemplo, las gafas de sol se convierten en un artículo imprescindible para muchos, mientras que los meses de invierno ven un aumento en la venta de chaquetas y abrigos. 

Pero el clima no es el único factor, los eventos ligados a la estacionalidad, como las vacaciones y festivos, desempeñan un papel crucial. Durante periodos como Navidad o Pascua, ciertos productos experimentan un pico de demanda casi garantizado.

Además, no podemos pasar por alto el impacto de los eventos de marketing en la demanda. Iniciativas como el Black Friday han creado picos de demanda altamente anticipados, donde los consumidores se preparan para aprovechar ofertas y descuentos significativos.

La demanda estacional se caracteriza por tener un aumento motivado por alguno de estos factores, seguido de un periodo de consolidación y luego una disminución, reflejando una elasticidad notable en la demanda. 

El objetivo de familiarizarse con la demanda estacional se trata de poder prever con suficiente antelación para preparar nuestro negocio de manera efectiva. Las decisiones de compra y abastecimiento no pueden realizarse en el último minuto. 

Considerando los lead times asociados a las compras, es fundamental planificar con anticipación para asegurarnos de tener el inventario necesario justo cuando más lo necesitamos. También, es importante coordinar las compras durante y después de la estacionalidad, para satisfacer la demanda de nuestros clientes al tiempo que mantenemos la competitividad del negocio. Por ejemplo, seguir ordenando grandes cantidades de cremas solares en agosto podría resultar en un sobrestock, un error que tenemos que evitar.

Ejemplo concreto de demanda estacional

Para comprender verdaderamente el impacto de la demanda estacional, pongamos bajo el microscopio un producto que todos conocemos: las cremas solares. 

Las cremas solares experimentan un pico de demanda evidente durante los meses de verano. Este aumento no sorprende a nadie, es un patrón estacional bien reconocido. Sin embargo, la precisión en la anticipación de cuándo comenzará este aumento y cuándo empezará a decaer es menos obvia y depende de factores como el clima.

Imaginemos que, inesperadamente, a finales de abril las temperaturas alcanzan los 30 grados. La demanda de cremas solares puede experimentar un boom, ya que los consumidores buscan protegerse del sol sorprendentemente intenso. 

Por otro lado, si en agosto las temperaturas caen a 15 grados, es probable que veamos un impacto menos significativo en la venta de cremas solares debido a que ya estamos llegando al final de la temporada estival.

Este comportamiento fluctuante plantea desafíos significativos para la gestión de compras. La clave está en anticiparse a la estacionalidad, al mismo tiempo que se tiene la capacidad de adaptarse a los cambios. 

A través del lente de las cremas solares, vemos que la demanda estacional no es solo una cuestión de subir y bajar las ventas con las estaciones. Es un juego delicado de predicción y adaptación, donde conocer los patrones estacionales históricos del producto no siempre es suficiente para dar en el clavo. Veamos más a continuación.

¿Cómo proyectar la demanda estacional?

La estacionalidad es un concepto basado en el análisis de datos históricos, así es como se han hecho las predicciones de demanda durante años. En principio, esto sugiere que todos los modelos de predicción de la demanda operan de la misma manera, basándose en estos datos pasados para proyectar el futuro. Y, en gran medida, esto es cierto. 

Entonces, ¿por qué la previsión de la demanda estacional con Inteligencia Artificial (IA) es mejor? La gran ventaja de los modelos de predicción que incorporan IA es que tienen en cuenta los datos históricos, al igual que los demás modelos, y a ello le suman su capacidad para incorporar variables exógenas. 

Estas variables externas, que abarcan desde cambios climáticos hasta tendencias económicas y sociales, tienen un impacto significativo en la demanda y, por ende, en la estacionalidad de ciertos productos.

Tomemos, por ejemplo, las cremas solares. Basándonos en datos históricos, podríamos anticipar una demanda de 100.000 unidades durante el verano. Sin embargo, este enfoque no tiene en cuenta las variables exógenas, como un verano inusualmente lluvioso, que afectaría la demanda real. Aquí es donde los modelos de IA demuestran su superioridad, al incorporar datos en tiempo real que ajustan las proyecciones de demanda de manera más precisa. Si anticipamos un verano lluvioso, el modelo de IA podría ajustar la demanda esperada a 80.000 unidades, evitando así el exceso de stock y adaptándose mejor a la realidad del mercado.

En lugar de seguir ciegamente los patrones del pasado, estos modelos avanzados nos permiten adaptarnos a las circunstancias cambiantes y prepararnos adecuadamente para el futuro, asegurando que nuestras estrategias de compras y producción estén alineadas con las condiciones reales del mercado.

Conclusión

En resumen, la demanda estacional es un fenómeno complejo influenciado por una variedad de factores que no todos los modelos de predicción de demanda tienen en cuenta de la misma manera. Comprender su dinámica no sólo nos ayuda a anticipar mejor las necesidades del mercado, sino también a planificar estratégicamente nuestras acciones para mantenernos siempre un paso adelante.